¿Cómo conseguirla?
Es difícil salvar la distancia entre lo que la mente nos pide y lo que materializamos con la práctica. Una cosa es la idea de libertad interior y otra poner los medios afinados para conquistarla dentro de nosotros mismos.
Si hoy no cambiamos algo dentro de nosotros, nada nos hace suponer que mañana seremos diferentes.
La libertad interior se va ganando gradualmente. No es una idea, es una experiencia. No es una creencia, es una vivencia.
Si el objetivo es ser libres interiormente, se requiere un vehículo adecuado que nos aproxime al mismo. Necesitamos para ello recurrir a un ejercicio cuádruple vía: ejercicio físico, energético, mental y emocional. Nadie puede ganar la libertad interior para otro, es nuestro privilegio y requiere nuestro esfuerzo. Siempre es bienvenida una vela flexible que ilumine nuestros pasos, que nos guíe de nuestra sombra a la luz. Un mentor, un maestro en cualquier forma.